viernes, 11 de julio de 2008

Sensaciones y reflexiones 2

El texto de hoy es, tal vez, el más difícil de escribir. Porque requiere hacerse cargo de los propios errores y admitir que uno no es, ni por asomo, perfecto, y que está muy lejos de lo que aspira. Y todo esto es cierto, aunque me averguenze, por mí reacción y por la de los demás.

El lunes volvía del trabajo en la línea 2. Estaba por la zona del Parque Rivadavía, donde una mujer de aproximadamente 40 años le hizo señas al colectivo. Se subio, y detrás de ella subio un hombre grande, calculo que tendría 60 años. Era un linyera, una persona que vivía en la calle.
El hombre, ante la mirada atónita de todos, se sentó en el fondo del colectivo. La reacción fue inmediata: la gente comenzó a agolparse en el medio del pasillo (ya que no querían acercarse al fondo), le exigieron al colectivero que lo baje, el cual paró y bajo para subir a un policía, que finalmente saco al linyera.
Y así terminó todo; el remate fue el comentario de un señor que tenía cerca mio, que dijo: "TE DA LÁSTIMA, PERO NO LO PODÉS DEJAR ARRIBA." Menos mal que no había visto al chico debil mental que siempre sube en la misma parada y que se sentó al lado mío.
Lamentablemente yo no fuí ajeno a todo esto, porque cuando el linyera subio, desee con toda mi alma que no se siente junto a mi.

Es increíble la capacidad que tiene el ser humano para el desprecio y el fascismo. Y tambien lo es la capacidad de hipocresía y estupidez. Es decir, escuche a muchos desgarrarse las vestiduras por la nueva legislación en Europa (donde lo único sorprendente es que se conformen con mano de obra barata como los rumanos y no esclavos latinoamericanos), pero tienen las mismas actitudes fascistas que condenan. Por ejemplo, cuando se refieren a la gente de la calle y desprecian diciendo que "son vagos que no quieren laburar", o cuando dicen que los habitantes de la villa "no merecen vivir, no quieren progresar, son todos negros de m..." y otras cosas que no voy a decir, más que nada porque no quiero ofender a todas esas personas que califican de esa forma, y tiene el nivel intelectual de una esponja, o un cucurucho clavado en el medio del... (elijan la opción que más les guste, tienen los dos extremos).

La peor lucha es encontrar estas actitudes en una comunidad cristiana, que supuestamente debería encargarse de aliviar el dolor, de combatirlo. Sin embargo es cada vez más común escuchar estas frases así a la ligera, como esperando un apocalipsis que equilibre las cosas y permita a los neonazis volver al poder, a los milicos malparidos volver al poder, a la policia volver a su antiguo esplendor, y poder llenarse la boca predicando acerca del temor. En una palabra, volver al medioevo.
Pero bueno, no puedo yo tampoco lavarme las manos. Porque responsabilidad en esto tambien tuve. Y ahora que estoy al pedo, escribo en un blog pedorro sobre este tema, creyendo que así puedo cambiar el mundo, que loser!!!!

Gracias por leerme.

3 comentarios:

Chioda dijo...

somos asi. a todos nos duele la injusticia de lejos, pero las cosas a nuestro alrededor nos pasan sin que se nos mueva un pelo.
o haciendo un pararelo con la situacion del pais. todos estamos a favor de la redistribucion de la riqueza... a menos que nos toquen el bolsillo!
curiosa criatura el ser humano!

Diego dijo...

u.u
MUY CIERTO.
Che, ta muy bueno el blog..
nos vemos..
Soy un amigo de David, el me mostró el blog.
XD

Fray Marcos dijo...

Bueno, muchas gracias. Me alegro que te haya gustado.

Pasa el dato entonces, y mandale un saludo a David.

Un abrazo.

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