viernes, 20 de noviembre de 2009

Dos posturas

Hace tres semanas entró en el Congreso de Argentina un proyecto de ley para permitir en el país los casamientos entre personas del mismo sexo.

Inmediatamente se levantaron voces a favor y en contra. Finalmente, el proyecto fue rechazado.


No pretendo dar mi postura en este post. Solo dejó tres declaraciones, ambas de Iglesias Cristianas, que están dando vueltas por internet.

Paz y bien.




POSTURA DE ACIERA RESPECTO AL MATRIMONIO Y LA HOMOSEXUALIDAD

Ante el comienzo del debate en el congreso de la Nación, en el día de la fecha, por parte de las Comisiones de Legislación General y de Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia, quienes se reunirán en forma conjunta para tratar proyectos de Ley de Matrimonio Homosexual, ACIERA (Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina), desea reafirmar su posición institucional, basada en la Biblia, la Palabra de Dios.
El matrimonio es universalmente reconocido como la unión entre un hombre y una mujer. La cultura latinoamericana y las leyes americanas están basadas en una clara y firme valoración de la familia. La Declaración de los Derechos Humanos, Art. 16-3, el Pacto de Derechos Civiles y Políticos, Art. 23,( 1 y 2) y la Convención Americana de Derechos Humanos, Art. 17: (1 y 2), reconocen el derecho al matrimonio constituido por un hombre y una mujer, y a la formación de una familia. Así, esta es considerada como la unidad fundamental de la sociedad, la unión estable entre un hombre y una mujer. Por esta razón, consideramos que el tema es socialmente relevante, ya que es la propia subsistencia de la sociedad la que está en juego.
El matrimonio entonces es esencialmente heterosexual. De este modo, equiparar la unión homosexual al matrimonio sería desvirtuar y desconocer el real significado que la misma palabra encierra. Asimismo, se vulnera tal institución sometiéndola a una injusta discriminación, dado que se está otorgando igual tratamiento a lo que es esencial y naturalmente distinto. Sin dudas, es el Estado quién debe tener un interés particular en dar protección y beneficios a las parejas heterosexuales, dado que las mismas abren el ciclo a la vida y constituyen la base de formación y perpetuación de nuevas generaciones. Otorgar los mismos beneficios a las parejas homosexuales significaría equipararlas en varios aspectos a las heterosexuales, siendo las mismas intrínsecamente diferentes, por lo que se incurriría en graves signos de discriminación.Entendemos que el Código Civil no es discriminatorio para los homosexuales, dado que la prohibición de contraer matrimonio entre dos personas del mismo sexo rige para cualquier asociación de personas que no cumplan con los requisitos establecidos en dicho Código. De esa manera, tampoco dos amigos, dos hermanos o dos vecinos del mismo sexo pueden acceder a tal beneficio jurídico. No se trata de un tema de “homofobia”, como tampoco se trata de “fraternofobia”. Por lo tanto, otorgar beneficios especiales a las parejas homosexuales para equipararlas al matrimonio es contrario al espíritu y la letra de nuestro encuadre jurídico.
Solicitamos a las autoridades, que no modifiquen nuestro Código Civil; que se cumplan las intenciones expresadas por nuestra Presidenta, en cuanto a la no modificación del mismo, ni dar lugar a ”nuevos tipos de familia”. Que se multipliquen los esfuerzos dirigidos a la familia original y naturalmente constituida y a los hijos que en ella se forman. Sostengamos los valores que hicieron grande a nuestra Nación, no relativicemos las normas morales. Creemos que la Argentina necesita urgentemente una revolución moral que reivindique los valores desestimados, y estamos convencidos de que la Biblia nos enseña los principios y las conductas que debemos seguir para garantizar el éxito actual y futuro de nuestra sociedad.

“La justicia engrandece a la nación, más el pecado es afrenta de las naciones”. Prov. 14: 34 – La Biblia
ACIERA
Bs. As., 29/10/2009



MATRIMONIO PARA TODAS Y TODOS EN LA ARGENTINA
Declaración del Grupo Evangélico de Teología y Género

Como evangélicas y evangélicos manifestamos nuestra alegría por el reciente fallo judicial de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que permite el casamiento entre dos personas del mismo sexo y nuestro decidido apoyo a los proyectos de ley para reformar el Código Civil habilitando a todas las parejas a acceder al derecho al matrimonio y las consecuencias legales que de éste se derivan, independientemente del sexo de los contrayentes.

Hemos reflexionado a la luz de la Biblia, los aportes de las Ciencias Sociales y los avances en la organización de la sociedad civil, pero sobre todo a partir de nuestras vivencias con hermanos y hermanas en la fe, compañeros/as de trabajo y estudio, y amigos/as lesbianas, gays, bisexuales y trans. Nuestra fe en Jesucristo nos llama a promover comunidades inclusivas, que celebren la diversidad (y no meramente la toleren), y a apoyar aquellos cambios legales que apunten a proteger a las personas, parejas y familias que sufren una situación de discriminación social y desigualdad jurídica. Asimismo, creemos que las leyes de un Estado democrático deben equiparar los derechos para todas y todos los habitantes del país, independientemente de las creencias religiosas individuales.

Porque la base de nuestra fe es un Dios que envió a su hijo para darnos vida plena a todas y todos, y el reconocimiento legal de estas parejas y familias es condición fundamental para esa plenitud.


Grupo Evangélico de Teología y Género (Parroquia Evangélica Emanuel, congregación unida de la Iglesia de los Discípulos de Cristo y Iglesia Evangélica Metodista Argentina).

5 comentarios:

Chioda dijo...

No estoy de acuerdo con ninguna de las dos posturas. Dios esta en contra de las relaciones homosexuales, no me queda duda, pero entre cristianos. No deberiamos imponer nuestras reglas morales a los que no comparten nuestra misma creencia. Es totalmente ilogico (y totalmente logica con la historia del cristianismo).

Fray, nos vemos mañana! Hablamos!

Atenea dijo...

Mira la vida es tan complicada, nunca puedes escupir al cielo, pues tal vez te cae directamente al ojo.
En España la ley fue aprovada. No hablemos de religión, no hablemos de idiologías y si hablamos de las personas. Yo pienso como una mujer a la que le gustan los hombres, pero mi amiga del alma le gustan las mujeres. Yo he crecido con ella y hasta hace poco no descubrí sus tendencias. Ella ha encontrado a una mujer que la ama y quieren compartir su vida. ¿Quién soy yo para tirar la primera piedra? Yo soy católica y creo en Dios, pero no creo que ningún Dios pueda juzgar por el amor, sea como sea.

Caroli dijo...

La ley en España se aprobó, como bien ha dicho mi amiga Atenea, y yo creo que fue todo un avance...
Supongo que Dios nos ama a todos por igual, seamos como seamos, y que el lo que quiere es que nos amemos los unos a los otros, y en este mandamiento básico de la fe católica no se especifica el sexo de las personas que se amen ni el tipo de amor entre ambos.
Es un tema complicado, cada uno tiene su opinión.
Besos.

Atenea dijo...

Ya llevo mil veces copiada la palabreja AproBada, con B de "burrica". Besos y perdona si te ha saltado al ojo la V de "aVeria con la B de aproBada". Besos

Fray Marcos dijo...

Gente, muchas gracias por sus comentarios y disculpas por tardar en mi respuesta.

Yo no se cual es mi postura. Se que no es la 1 por varios motivos que no puedo explicar aca (es un espacio insuficiente).

Un abrazo a todos. Paz y bien.

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