domingo, 7 de junio de 2009

Dudas

Hace ya un tiempo en este país hay un clima raro. Es como que la derecha retorcida de este país está cobrando poder. Corrijo: la derecha retorcida de esta país ESTÁ logrando sectores populares de poder. Eso incluye una mayor intención de voto, medios que instauran un pensamiento desestabilizante y una bajada de línea con respecto a los juicios contra los militares que cometierpon delitos de lesa humanidad. Es decir, el discurso se filtra en esos medios (en realidad no se filtra...es funcional), se reproduce, llega a la sociedad y es repetido por los sectores sociales ( Se nota que soy estudiante de comunicación).


Estamos viviendo momentos históricos en Argentina (y en América Latina). En nuestro continente hay un resurgir de la revalorización de lo propio, un segundo proceso de descolonización. Y eso a la derecha no solo no le gusta...le molesta. Le molesta porque miran hacia Europa y América del Norte, porque se beneficiaron con las políticas neoliberales, porque ansían volver a la época de la colonia donde podían traficar esclavos y no conformarse con tener empleados y pagar míseros sueldos. Porque les molesta un Estado donde los pobres hablen, y puedan tener acceso a las mismas posibilidades que ellos.



¿Que deberíamos hacer como hombres de Fe si una situación de injusticia social tuviera lugar?
Esta semana el revolucionario que tengo adentro estuvo inquieto. Por estos "vientos de guerra" difundidos por personas que desean volver a las dictaduras y a las políticas neoliberales. Por estas "personas" y personajes que se beneficiaron cuando la mayoría era explotada y perdía casas y trabajo, y que ansían lograr un beneficio económico en función de injusticias sociales. Estuve inquieto y escuchar algunas interpretaciones de esas políticas, y de crímenes de lesa humanidad y sus interpretaciones de ellas hizo que un escalofrío me recorriera la espalda. Y me puse a leer sobre revolucionarios.

Por ejemplo, sobre la Revolución Cubana, sobre el Che Guevara...sobre el Subcomandante Marcos...y viendo sus obras y lo que consiguieron me arriesgo a afirmar que esos tipos están inspirados por Dios. De la misma forma que aquellos hombres que dieron su vida, su fortuna y su cuerpo a las guerras de Independencia porque CREÍAN que eso era lo correcto.
Y si no lo están, pega en el palo...porque son hombres que resignaron un beneficio egoísta y propio en función del de los demás.

Ahora, la pregunta que me queda es: ¿que hace un hombre de Fe en esas situaciones? ¿Le está permitido involucrarse en luchas armadas? ¿Ustedes que piensan?

Paz y bien.

3 comentarios:

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

A ver, a ver: la entrada está buenísima, pero borgeanamente hay varios senderos que se bifurcan, y no podría caminar por todos ellos: por que no dá el espacio, y fundamentalmente, por escasez de sabiola.
Tengo un afecto especial por quienes vos mencionás, en cuanto entrega por los demás y vivir y sostener con la propia vida sus principios hasta las últimas consecuencias. Y con respecto a si a un hombre de fé le está permitido involucrarse en luchas armadas, ahí la cosa se complica. Se nos ha creado libres -incluso libres de condenarnos, de hacernos puré, de autodefenestrarnos-; pero desde el Evangelio, podemos tener la mirada comprensiva de Jesús frente a quien alza su mano contra la injusticia y la opresión... Pero a la vez, creemos y llamamos al Maestro el Cordero de Dios, es decir, el Siervo Manso... El mismo que cuando Pedro -en un arranque de furia justiciera que nos hubiera agarrado a más de uno- toma la espada y ataca a los que venían a arrestar al Señor, tajantemente lo manda a envainar su arma.
Quizás sea tiempo de reflexionar que no hay mayor violencia para este mundo que la del Amor, y que ese Amor que el Señor nos ha enseñado -que es todo lo contrario a la sensiblería que nos quieren vender- es la Revolución plena y verdadera.
Un abrazo. Paz y Bien. Ricardo

Anabel Botella dijo...

El que la derecha suba o baje eso es algo que viene pasando desde que el hombre puede decidir qué partido gobierna.
Con respecto a si tomar las armas, yo no se si podría quedarme quieta con ciertas injusticias del poder opresor, porque una cosa es ser bueno, y otra muy dstinta es ser tonto. No hay que confundir estas cosas. Cuando nuestras vidas corren peligro uno se defiende.

Saludos desde La ventana de los sueños.

Fray Marcos dijo...

Gracias a los dos por sus comentarios.

Un abrazo. Pza y bien.

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