lunes, 14 de septiembre de 2009

Libre



Existe un espacio donde soy realmente libre.

Creo que todos tenemos (o deberíamos tener) un lugar donde estar libre de condicionamientos y mostrarse tal cual es uno. Donde te alejes de las miradas juzgadoras y el temor desaparezca.

Una vez escribí sobre la estructura del PANÓPTICO. Usada para vigilar y controlar, la estructura es de tal forma que da la sensación de vigilancia total y completa (a toda hora). En realidad no podemos ver al vigilante, pero la estructura actúa de manera efectiva: nos da la sensación de ser vigilados. Es por eso que nos sujetamos a ciertas normas y nos portamos de la manera que se espera.

Sin embargo hay espacios donde uno se libera, y deja atrás los miedos que le impiden liberarse. No sé si a los hombres (a la especie humana) nos guste vivir engañados y/o esclavizados, si sé que hay un gran temor al rechazo, a no sentirse parte del grupo.


Hace ya dos años que practico Taekwondo. Empezó como una mezcla de terapia, sueño por cumplir y deseo de competir, de probarme a mí mismo. Hoy me doy cuenta de que es en el único espacio donde no me reprimo (o por lo menos no conscientemente).
El caracter se revela en la práctica marcial, eso es inevitable. Se revela en tu forma de practicar, de entender la teoría, de interpretarla. Se revela en el momento de la lucha, planteando una estrategia determinada. Es inevitable.

Las artes marciales no solo templan el cuerpo, también muestran tu forma de ser. Aunque no te des cuenta, aunque no lo notes, aunque no quieras.

Taekwondo es el único lugar donde me siento REALMENTE libre.

Paz y bien.





2 comentarios:

Melissa V dijo...

Me alegro muchisimo por ti Fray!!!!!!Seguro que eso te ayuda a ganar mucha confianza y podras ganar espacio para te sientas igual de bien en otros campos:D
El crecimiento es diaro.
Un besote y hasta pronto!;)))

Fray Marcos dijo...

Es un proceso, Hormiguita.

Gracias por tu visita. Un beso, paz y bien.

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