viernes, 2 de octubre de 2009

Tres tipos de personas

"¿Qué preferís? ¿Una casa con jardín, un perro, cerca blanca (de esas que se ve en las películas yanquis), dos niños morochos o rubios (no importa), un marido que te sea fiel (o al menos te haga bien el verso, como dice Miguel Mateos) y con un buen laburo con el que te mantenga? En definitiva, ¿una vida burguesa, libre de preocupaciones y llena de bienestares?

¿O preferís resignar todo eso, arriesgando la vida por otros, para que esos otros tengan una vida mejor?

En concreto, ¿que preferís? Una vida libre de preocupaciones y burguesa, con la familia de la casa propia y los niños? ¿O arriesgar tu vida por otros, incluso con riesgo para tu propia vida? Ah, me olvidaba: no podés elegir las dos, solo una. Son incompatibles."

Estaba en una clase de la facultad ayer cuando le plantee esta pregunta a una amiga. Eso muestra un poco como funciona mi cabeza a veces. Sucede que me acordé de una escena de una película argentina, Valentín, que relata la infancia de un niño en la década del 60.

El chico va a misa con su tío. Ese día es el que fusilaron al Che, por lo tanto sería en 1967. El cura (evidentemente tercermundista) da una charla haciendo referencia a las posibilidades que tuvo el Che de quedarse siendo médico en Argentina y prosperar, pero en vez de eso elije hacer un mundo mejor para todos. Y por eso paga un precio, la muerte.

Me vino a la mente esto después del fín de semana. El sábado salí con unos conocidos a la Costanera. Es una zona de Argentina de los más exclusiva (por lo menos para mi gusto), una zona turística. Restaurantes, hoteles y salones de fiestas caros son los puntos fuertes del lugar.

Ni hablar de la cantidad de oficinas que llenan esta zona. Edificios de oficinas inmensas, con fachada que impide reflejarse al sol. Vidrio polarizado, una muestra de lujo.
Por supuesto, si vivís ahí es porque tu nivel económico es muy muy muy muy alto.

A mí se me escapó un "ojalá el día de mañana yo esté en un medio y gane tanta $$ que pueda vivir en esta zona." Después, lejos del enamoramiento inicial, me pusé a pensar en eso.

No. No quiero eso para mi vida. No quiero lujo y gasto innecesarios, no quiero mostrarle a otros que soy mejor que ellos porque vivo allí. No lo quiero ni lo necesito. No me interesa tampoco. Prefiero elegir la opción dos.

En este mundo existen tres tipos de personas: los cagadores, los cagados y los que luchan contra los cagadores. Yo quiero ser uno de esos.

Paz y bien.

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